Características: El Yorkshire terrier es un perro que en el Estándar de FCI está calificado como "toy" (juguete), cuyo manto es de color azul acero y fuego (no negro como lamentablemente se está viendo y recomendando en estos días), de textura fina y sedosa que abarca desde el occipucio (parte posterior de la cabeza) hasta la cola. Cabeza, pecho y patas de brillante dorado y temperamento típicamente terrier: vivacidad, inteligencia, elegancia y rapidez de movimientos.
El origen del Yorkshire Terrier puede decirse que se encuentra rodeado de un manto de misterio, pero lo que es cierto es que es fruto de la intervención del hombre, el cual tenía un claro objetivo: un perro elegante, de lujo, cuyo tamaño fuera pequeño y su carácter alerta e inteligente.
Para ello, a mediados del siglo XIX, en el condado de Yorkshire (de donde recibe su nombre), según antiguos documentos, se inicia la raza mediante la unión del Broken-haired, Scottish Terrier y el Sky Terrier. Otros autores mencionan también al Clydesdale Terrier, el Dandie Dinmont y el Maltés
En 1862 dió comienzo al registro de criadores con diferentes denominaciones, hasta que en 1886 es anotado definitivamente como Yorkshire Terrier y el Kennel Club Inglés la reconoce como raza.
En sus comienzos el Yorkie era un perro cuyo peso variaba entre los 5,5 a 6,5 kilos, pero merced a la selección se fue reduciendo su tamaño. A pesar de la considerable disminución del peso los ejemplares pueden oscilar entre los 1,2 y 6 kilos. Probablemente ello se deba a la gran cantidad y dispar características de los perros que intervinieron en su creación.
Por ello es menester que los criadores de Yorkshire Terrier seamos cuidadosos en la selección de los ejemplares que se van a utilizar para su cruza, ya que el desconocimiento del arduo trabajo llevado a cabo a través de muchos años para lograr este pequeño perro especial, hace que se hayan desvirtuado muchas de las características que con tanto esfuerzo se pudieron lograr